POLICONSULTORIOS AMEL INFORMA.

 

La importancia de comunicarnos en casa.

 

Apostemos a familias ruidosas, a padres charlatanes

 

Cuando oímos la expresión "comunicación" hacemos en su mayoría una referencia directa e involuntaria a hablar limitándonos a expresarnos en palabras, a la comunicación verbal.
El hombre por su naturaleza misma no puede no comunicarse y no sólo lo hace a través de expresiones verbales, sino también con gestos, posturas, acciones y conductas.


Comunicar es una manera de expresar y de relacionarse con otros. Los ejes de una comunicación eficiente son emitir un mensaje claro y firme, manejar un mismo lenguaje y practicar una escucha activa. Cuando nos referimos a esto, no sólo nos referimos a escuchar lo que el otro dice, sino también entender las ideas, pensamientos y sentimientos de este emisor.


Dentro del grupo familiar la comunicación cumple un rol fundamental debido a que define y establece los vínculos, lazos, roles y jerarquías que se presentan entre los integrantes. También cumple la función de transmisor de valores, creencias, normas y costumbres para un desarrollo individual y funcionamiento social de los integrantes.


Es durante la etapa de adolescencia de uno de los integrantes, cuando la comunicación se convierte en un ingrediente fundamental para ayudar, acompañar y encaminar a los jóvenes en este nuevo trayecto, particularmente caracterizado por inseguridades, cambios y ansiedades.


Los padres son los responsables de garantizar que sus hijos adolescentes cuenten con los canales abiertos para poder preguntar sobre sus nuevas vivencias y dudas, como así también para recibir la información necesaria en forma de norma o consejo que lo ayude a hacer sus propios caminos de una nueva vida adulta.


La comunicación cumple el lugar principal dentro de las actividades de prevención y promoción dentro una familia y es a través de la palabra con la que el adulto responsable tiene la posibilidad de inculcar y fomentar un estilo de vida. Es aquí donde a través de la comunicación, verbal y no verbal (palabras, actos y principalmente el ejemplo), los padres pueden enseñar a sus hijos un estilo de vida saludable. Los padres en este doble rol de emisor y receptor asertivo, deben brindar a sus hijos un espacio de educación, contención, escucha y fluidez comunicacional - emocional, así es como pueden prevenir en sus hijos muchos de los flagelos sociales que hoy atormentan la adolescencia, sean estas las adicciones, patologías depresivas, trastornos alimentarios, embarazos adolescentes, etcétera.


Es el área de Servicio Social, desde donde buscamos desactivar aquellas interacciones conflictivas entre la familia y su entorno, como también dentro de la misma, que no le permita un funcionamiento saludable, armónico y flexible que le proporcione a sus miembros la posibilidad de desarrollar sólidos sentimientos de identidad, seguridad y bienestar. Por ello apostamos a familias ruidosas, a padres charlatanes, atentos y alertas, padres que le dediquen tiempo y esfuerzo tanto al presente como al futuro de sus hijos.

 

Constanza Bencid
Asistente Social
MP 10-2845
Policonsultorios AMEL